La última publicación de la Asociación Nacional de Funcionarios de Transporte de Ciudad, NACTO, es la “Guía de Diseño de Tránsito de una Calle” en la que se presentan consejos y propuestas sobre cómo se pueden mejorar los espacios viales a través del diseño urbano.
El enfoque de las ideas está centrado en priorizar la movilidad sustentable para que tanto las ciudades miembro de la organización como las que tengan acceso a este documento puedan mejorar sus prácticas en relación a los espacios públicos, la movilidad y el transporte.
Acerca de esta guía les contamos hace unos días sobre 6 consejos planteados por NACTO para diseñar paraderos de buses que sean accesibles y seguros (puedes ver más aquí).
A partir de estas recomendaciones, la organización hizo una serie de diseños clasificados según el prototipo de paraderos que define como “más que un lugar para esperar”. A continuación te contamos sobre tres de ellos aplicados a los buses.
1. Parada en la vereda
Los paraderos de buses que están en las veredas son, probablemente, los más comunes debido a su bajo costo económico y rápida implementación.
Además, el diseño es fácil de replicar tanto en avenidas como en calles en donde el tráfico es mixto y las pistas de los buses respecto a las de los automóviles no necesariamente están separadas por obstáculos.
Sin embargo, prevenir que los autos u otros vehículos particulares transiten por las vías de los buses es posible si estas últimas se pintan con colores llamativos. No obstante, NACTO sostiene que en las veredas muy estrechas simplemente hay que omitir las paradas.
2. Embarques laterales en corredores centrales
En las grandes avenidas de diversas ciudades del mundo cada vez se ha vuelto más común que en el centro se destinen pistas para los buses del transporte público.
Este diseño es catalogado por la organización como una medida que le da identidad al servicio y que entre sus ventajas funcionales es posible mencionar que le ofrece mayor seguridad a los pasajeros, favorece la frecuencia de los buses al reducir la probabilidad que ingresen otros tipos de vehículos y otorga un orden visual.
Obtener parte de estas ventajas es posible de acuerdo a NACTO si la extensión de las zonas de espera de los pasajeros fue determinada según el número esperado de buses y la demanda de los pasajeros.
Además, comprende si se incorporan medidas visuales que le indiquen a los pasajeros cuáles son las áreas definidas como seguras para esperar, si la altura de las plataformas permite ingresar a los buses sin inconvenientes a pasajeros con o sin movilidad reducida y si los paraderos poseen ciertos elementos que otorguen comodidad y protección como asientos, barandas y techos.
3. Paraderos en calles terminales
En las calles denominadas terminales que pueden ser aquellas cercanas a estaciones intermodales o en donde parte o termina el recorrido de un bus, es común que presenten aglomeraciones de pasajeros en las veredas y que los buses no transiten con una frecuencia fija.
Por este motivo, NACTO recomienda que en las zonas de espera de las veredas es necesario poner la señalización correspondiente a cada paradero para que las personas sepan dónde se detienen determinados buses y cuáles son sus rutas. A la vez esta señalización debe incorporar sistema braille para que también informe a los pasajeros con visión reducida.
Junto con esto, es aconsejable que otras actividades no se desarrollen en la vereda para no entorpecer el ingreso y descenso de los pasajeros a los buses ni afectar el flujo peatonal.
Si quieres conocer más de esta guía, te invitamos a visitar el sitio de NACTO.